Luis García
Santo Domingo
En la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el Gobierno dominicano tiene que mantener una postura firme en su posición sobre la crisis haitiana y solicitarle a las autoridades norteamericanas que se ocupen de ayudar al al vecino país, afirmó el presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez.
Opinó que si el nuevo gobierno de Estados Unidos tiene voluntad de ayudar a la región, debe evidenciarse con un esfuerzo serio para ayudar a levantar las instituciones haitianas.
“República Dominicana tiene que mantener la mayor firmeza ante Estados Unidos de América y cualquier nación o Estado del mundo en lo concerniente a su soberanía e intereses supremos. De ahí que la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, debemos verla como una oportunidad para abordar temas de interés recíproco, y todo acuerdo tiene que adoptarse sin lesionar en nada los intereses de la República Dominicana”, dijo Gómez Ramírez.
Reconoció que Rubio ha mostrado una buena actitud con respecto a los dominicanos, cuestión que anima a nuestras autoridades a adoptar una actitud optimista ante la crisis haitiana.
“El secretario de Estado, Rubio ha mostrado una buena actitud con respecto a los dominicanos, cuestión que anima a nuestras autoridades a adoptar mucho optimismo, no obstante, tenemos que, como dijo nuestro padre fundador Juan Pablo Duarte, mostrarnos justos y enérgicos”, dicho de otra manera, hablar de igual a igual, sin asomo de sumisión”, sostuvo el dirigente cívico.

Añadió que “estamos claros, que Marco Rubio es el jefe de la diplomacia estadounidense, y ahora se nos ofrece una oportunidad para tratar de convencer a Estados Unidos de que es impostergable que la comunidad internacional definitivamente acuda en auxilio del vecino Haití sumido en una indescriptible y profunda crisis en todos los órdenes”.
Gómez Ramírez pidió al gobierno de Estados Unidos utilizar su gran influencia para impulsar la institucionalidad y el desarrollo de Haití.
“Es innegable el poder y la gran influencia de Estados Unidos, hay razones para estar esperanzado de que, si en verdad existe en el gobierno norteamericano voluntad, se puede ayudar a Haití”.