Agencias
Washington, Estados Unidos
La reunión del miércoles entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, estará coreografiada al milímetro: comenzará con un saludo diseñado para impregnar el ambiente de positivismo y, luego, a puerta cerrada se abordarán asuntos espinosos como Taiwán, Gaza y Ucrania.
Este cara a cara se llevará a cabo en la bahía de San Francisco, en el marco de la semana de alto nivel del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y en un lugar que la Casa Blanca aún no ha especificado por motivos de seguridad.
Se trata del segundo encuentro bilateral entre los líderes de las mayores economías del mundo desde que Biden llegara a la Casa Blanca en enero de 2021. El primero, que duró más de tres horas, fue en noviembre del año pasado en los márgenes del G20 en Bali (Indonesia).
Las elecciones en Taiwán
Taiwán, la isla autogobernada de sistema democrático que China reclama como parte de su territorio y a la que Washington envía gran cantidad de armamento, es la principal fuente de tensiones entre las dos potencias y ocupará un lugar destacado en su discusión, especialmente debido a las elecciones de enero.
Altos funcionarios estadounidenses adelantaron que Biden aprovechará para comunicar a Xi que Washington observa con lupa cualquier intento de Pekín para influir en esos comicios e inclinar la balanza a favor del candidato del partido conservador Kuomintang, Hou Yu-ih, más cercano a Pekín.
En esos comicios parte como favorito el vicepresidente taiwanés, William Lai, que pertenece al Partido Democrático Progresista, la fuerza política de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, bajo la cual se han tensado aún más las relaciones con Pekín.
Por su parte, Xi querrá escuchar de Biden la misma promesa de que EE.UU. no intervendrá en los comicios y el compromiso de que Washington nunca respaldará un cambio unilateral del «status quo» con una declaración de independencia de Taipéi.
El papel de China en Oriente Medio
Otro tema prioritario será la guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás.
Biden prevé pedir a Xi que utilice su influencia sobre Irán para evitar que la violencia se expanda por Oriente Medio, especialmente dado el constante intercambio de fuego entre Israel y milicianos en el Líbano del grupo chií Hizbulá, apoyado por Teherán.
Por su parte, Xi podría acoger con beneplácito cualquier colaboración al respecto ya que a China tampoco le conviene que el conflicto se expanda y genere un aumento del precio del petróleo a nivel mundial, lo que podría impactar negativamente en la economía china, dijo a EFE Rick Waters, quien hasta junio de este año era el encargado de China en el Departamento de Estado estadounidense.
La guerra en Ucrania
Si bien ambos líderes podrían llegar a un acercamiento en Oriente Medio, es menos probable que lo hagan en la guerra en Ucrania, ya que Washington ha pedido reiteradamente a Pekín que ejerza su influencia sobre Rusia y el gigante asiático ha mantenido una fachada neutral con propuestas de paz que, sin embargo, favorecen a Moscú.
Un asunto específico que Biden abordará con Xi será el envío de armas desde Corea del Norte, aliado de China, hacia Rusia para su uso en la guerra en Ucrania, indicaron los altos cargos estadounidenses.
El fentanilo
Más allá de los desafíos geopolíticos, una prioridad clave para Biden es lograr que China tome medidas para controlar la salida de su territorio de productos químicos utilizados en la fabricación del fentanilo, un potente analgésico.
Según Washington, carteles mexicanos emplean estos químicos de China para producir fentanilo y venderlo ilegalmente en Estados Unidos, provocando la muerte de 200 personas al día por sobredosis de esa sustancia.
Cambio climático, vuelos y comunicación a nivel militar
Otro asunto donde podría haber progresos es la lucha contra el cambio climático, de interés para ambas potencias.
También podría haber movimiento para incrementar los vuelos entre los dos países y aumentar los intercambios universitarios y empresariales, dijo a EFE Amy Celico, que fue la encargada de Asia en la Oficina del Representante Comercial de EE.UU. de 2006 a 2007.
Además, Biden quiere que se vuelva a abrir el canal de comunicación entre las fuerzas armadas de ambos países, que Pekín cerró después de la polémica visita a Taiwán en agosto de 2022 de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi.
Comercio y sanciones
Frente al acercamiento en esas áreas, la tensión seguirá alta en materia comercial ya que, en los últimos meses, ambos países han intensificado las restricciones comerciales en nombre de la seguridad nacional.
En octubre, Estados Unidos aumentó las limitaciones a las exportaciones a China de semiconductores y tecnología para el desarrollo de inteligencia artificial, ante lo que Pekín reaccionó con controles a la exportación de grafito, crucial para las baterías de los vehículos eléctricos.
Xi podría intentar presionar a Biden para que suavice o retire algunas sanciones de EE.UU. sobre ciudadanos y empresas chinas, pero es poco probable que haya un anuncio coincidiendo con el encuentro.