La Redacción
Santo Domingo
Aunque la mayoría sabía que el día estaba más cerca que lejos, no todos estaban preparados para el retiro de un gran pelotero dominicano como Nelson Cruz.
Grandes Ligas
Aunque sus números demuestran que fue un buen y productivo bateador, sus primeros años en Las Mayores no fueron para nada fáciles.
En la temporada del 2005, que fue el año de su debut en Grandes Ligas, Cruz solo jugó ocho partidos, en los que bateó .200 de promedio sin cuadrangulares.
Por las próximas cinco campañas con los Rangers, conectó 135 cuadrangulares, con 407 remolcadas y .273 de promedio.
Su primera temporada de 40 cuadrangulares, llegó en el 2014, en el que fue su único año con los Orioles de Baltimore, y gracias a su gran aporte, ayudó a esa franquicia a ganar la división este de la Liga Americana por primera vez desde el 1977, junto al también criollo Manny Machado.
Cruz volvió apegar 40 o más jonrones en las próximas dos campañas (2015 y 2016), pero esta vez jugando por los Marineros de Seattle, equipo con el que jugó hasta el 2018, totalizando 163 cuadrangulares y 414 carreras remolcadas en cuatro temporadas.
La que puede llamarse como la mejor temporada de Nelson cruz en Grandes Ligas llegó en 2019, en su primer año con los Mellizos de Minnesota. Ese año no solo volvió a conectar más de 40 vuelacercas (41), sino que remolcó 108 carreras y bateó para un excelente promedio de .311, l que le sirvió para ganar su tercer bate de plata, y quedar en la novena posición para el premio Jugador Más Valioso, ayudando a los Mellizos a ganar más de 100 juegos en una temporada por primera vez desde el año 1965, y a implantar el récord de más cuadrangulares para un equipo en la historia con 307.
En las próximas cuatro temporadas, que fueron sus últimas en Grandes Ligas, jugó para cuatro equipos: Otra vez los Mellizos, Tampa Bay Rays, Nacionales de Washington y Padres de San Diego, totalizando 63 cuadrangulares.
El debut de Nelson Cruz en la pelota invernal dominicana ocurrió hace 22 años, pues en el 2001 el estelar jugador se puso por primera vez el uniforme de los Pollos de San Francisco (hoy Gigantes del Cibao), y desde ese entonces jugó por otras ocho temporadas más.
Durante su carrera completa en LIDOM disputó 270 encuentros (entre serie regular y postemporada), en donde batea para .297 con OPS de .868 y OPS+ de 128 con 47 cuadrangulares y 170 remolcadas.
Aunque nunca participó en un campeonato con los Gigantes del Cibao, sí lo hizo con los Tigres del Licey, cuando aunque perdieron la final contra las Águilas Cibaeñas en el 2008, se vengaron al vencerlas en la Serie del Caribe, apodada “La Serie del Monumento”, siendo parte importante en el éxito de los Tigres.
El 2023 representará para Cruz su último año en la pelota invernal, y está programado para visitar cada estadio del país, lo que ya empezó a hacer contra el Licey en la última visita que hicieron los Gigantes a la capital.
Clásico Mundial de Béisbol
República Dominicana probablemente no podría exhibir hoy el haber ganado de forma invicta el Clásico Mundial de Béisbol del 2013, sin los aportes de Nelson Cruz.
Aunque Cruz es uno de solo tres jugadores que han participado en cuatro ediciones del Clásico Mundial para Dominicana, su mejor actuación fue en el año 2013 cuando fue seleccionado como el jardinero Todos Estrellas. Tuvo una línea ofensiva de .303/.324/.424 con cuatro dobles y seis carreras remolcadas.
En la edición del 2017, también tuvo una sobresaliente participación, bateando 300 (20-6) y liderando al equipo dominicano con tres jonrones y fue colíder en dobles (2) y empujadas (5).
Y por si fuera poco, Nelson Cruz fue el protagonista del que ha sido el jonrón más memorable y dramático en la historia para República Dominicana en Clásicos Mundiales, cuando frente al mejor relevista de Estados Unidos, Andrew Miler, conectó el soberbio cuadrangular que viró el marcador en el octavo episodio y posteriormente significó la victoria para los criollos, y el paso a las semifinales
Cruz también hizo historia en la pasada edición, al convertirse en el primero en ser gerente y jugador a la vez, confeccionando un equipo de ensueño, independientemente del resultado.
