Agencias
Lisboa, Portugal
Portugal ha despedido este domingo con un funeral de Estado al expresidente Jorge Sampaio, quien ocupó el cargo entre 1996 y 2006, en una ceremonia que ha contado con la presencia de las principales personalidades políticas del país y también con representación de países como España, con el Rey Felipe VI.
El acto, no religioso, se ha celebrado en el Monasterio de los Jerónimos de Belén, en Lisboa, adonde ha llegado el féretro tras un solemne cortejo fúnebre acompañado de un largo aplauso procedente del Palacio de Belén, residencia oficial del presidente portugués y lugar de la capilla ardiente. El enterramiento ha sido una ceremonia privada reservada la familia de Sampaio.
El funeral ha contado con la presencia de las tres más altas figuras políticas de Portugal: el presidente, el primer ministro y el presidente de la Asamblea de la República –Marcelo Rebelo de Sousa, António Costa y Eduardo Ferro Rodrigues–, así como con los reyes de España, don Felipe y doña Leticia, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, y el vicepresidente de Angola, Bornito de Sousa.
También estaban presentes la viuda de Sampaio, Maria José Ritta, y los dos hijos del expresidente, Vera Sampaio y André Sampaio en un acto que ha contado con la banda de música de la Guarda Nacional Republicana que ha interpretado la marcha fúnebre y cuatro aviones de combate F-16.
«CIUDADANO EJEMPLAR»
Costa, elegido por el Partido Socialista, como Sampaio, ha destacado que el expresidente fue «un ciudadano ejemplar, un hombre bueno y un portugués de excepción y un político que hizo un servicio en pro de la comunidad».
«Ha sido referencia y padrón de exigencia. Ha sido un político con principios, exigente y ultraexigente consigo mismo. Ha sido un político firme e inflexible que jamás cedió en los valores esenciales», ha afirmado el primer ministro luso.