Agencias
Washington, Estados Unidos
La Casa Blanca elogió este martes la «valentía» de las mujeres que acusaron de acoso sexual al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien dimitió este mediodía por esas acusaciones.
«Esta historia se trata de las mujeres valientes que dieron un paso al frente y contaron sus historias (para permitir) la investigación» sobre Cuomo, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Cuomo anunció este martes su renuncia, que se hará efectiva en 14 días, y cedió así a la presión generada por un informe de la Fiscalía de Nueva York según el cual acosó sexualmente a varias mujeres, la mayoría empleadas y exempleadas.
Psaki evitó adoptar un tono de celebración y se limitó a indicar que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había pedido ya hace una semana la dimisión de esa destacada figura de su partido, después de que se publicara el informe de la Fiscalía estatal.
La portavoz aseguró que Biden no ha hablado desde entonces con Cuomo ni tiene planes de hacerlo, y que la Casa Balnca no recibió un aviso previo al anuncio público que hizo el gobernador demócrata.
«Estamos deseosos de trabajar con ella y con más funcionarios de Nueva York para seguir proporcionando alivio al pueblo neoyorquino mientras trabajamos para combatir la pandemia y crear empleos para la gente», añadió Psaki.
Al anunciar su renuncia en una rueda de prensa, Cuomo dijo que ha habido «cambios generacionales o culturales» que no ha sabido entender, y reconoció que una «controversia política» como la que atraviesa consumirá «tiempo y dinero que debería ser utilizado combatiendo la covid-19» .
Su renuncia supone el colofón a la estrepitosa caída en desgracia de uno de los políticos más populares de los últimos años en Estados Unidos, sobre todo durante los peores meses de la pandemia, hasta el punto en que llegó a perfilarse como futuro aspirante a la Casa Blanca.
Cuomo mantuvo que el informe que ha desencadenado su dimisión, en el que el «titular» es que acosó sexualmente a 11 mujeres en el entorno de trabajo, tiene «problemas serios y defectos», como que las alegaciones más graves «no tienen una base factual creíble», pero ofreció «disculpas» a las mujeres por «ofenderlas».
«A las 11 mujeres a las que ofendí de verdad, me disculpo profundamente», agregó, admitiendo que ha «patinado» con gestos que consideraba «amistosos», como abrazos y besos, y reivindicando que hay «una diferencia entre la conducta inapropiada que se alega y el acoso sexual que se concluye».