Agencias
Puerto Príncipe, Haití
La Policía haitiana arrestó hoy a un responsable de seguridad presidencial, tras ser acusado de asesinato y robo a mano armada por la Fiscalía, como parte de las investigaciones del magnicidio contra Jovenel Moise.
Jean Raguel Civil se encuentra detenido en la Inspección General de la Policía Nacional, y es el primer alto cargo llevado a prisión por la muerte del exmandatario el 7 de julio último.
Durante esa madrugada Moise recibió 12 impactos de balas y su esposa Martine Ethienne resultó herida, sin que consten intercambios de disparos con las fuerzas de seguridad encargadas de velar por la pareja presidencial.
Las autoridades aún no se pronunciaron sobre las acciones de los oficiales en la trágica noche, ni tampoco divulgaron imágenes de las cámaras de seguridad.
Además de Raguel, la Fiscalía emitió una orden de arresto contra la exjueza del Tribunal de Casación, Wendelle Coq Thélot, también señalada durante las investigaciones.
El comisario de Gobierno, Claude Bed-Ford, acusa a la magistrada de robo a mano armada y asesinato, y pidió a la Dirección Central de la Policía Judicial tomar todas las medidas necesarias para llevar a la letrada ante la justicia.
Coq fungió como jueza suprema hasta febrero pasado, cuando el asesinado mandatario la jubiló forzadamente y la acusó de complot para intentar asesinarlo.
El mediático caso que incluía también a los jueces Yvickel D. Dabrésil, y Joseph Mécÿne Jean Louis, no tuvo un seguimiento por parte de las autoridades, y provocó una huelga de varios meses de las asociaciones de magistrados, que calificaron el retiro forzado de inconstitucional e ilegal.
Contra Coq, la Policía también emitió un aviso de búsqueda y advirtió que era peligrosa y estaba armada.
El asesinato de Moise por el cual apresaron hasta el momento a 27 personas, provocó un vacío institucional en el país, que ya llevaba un año y medio sin Asamblea Nacional (parlamento), mientras el poder judicial funcionaba de manera irregular por falta de magistrados.
La semana pasada, el primer ministro Ariel Henry tomó posesión del cargo, a pesar de las críticas de las fuerzas políticas y sociales que reclaman un verdadero consenso nacional.