POR ALBERTO QUEZADA
El escritor y filósofo italiano Umberto Eco solía criticar duramente a las redes sociales, ya que consideraba que éstas le daban espacio a «legiones de idiotas».
El autor de obras famosas como ¨El nombre de la Rosa y El Péndulo de Foucault¨ sostenía que herramientas como Twitter y Facebook permiten que la opinión de los «necios» tenga la misma relevancia que la de un premio Nobel.
Nadie niega la importancia y la utilidad de estas nuevas herramientas tecnológicas en un mundo que, como el de hoy está irremediablemente interconectado.
Hoy, sin embargo, el tema de regulación de las redes sociales es centro de debate en los grandes escenarios en donde se analizan las nuevas tendencias de la comunicación social y sin embargo aquí en la Republica Dominicana nadita de nada.
Es cierto que, el uso y regulación de las redes sociales es complejo, con implicaciones directas en derechos como la libertad de expresión, privacidad y la construcción de opinión pública.
Ahora bien, es peligroso continuar transitando el camino de la indiferencia ante un fenómeno que su uso luce sin control y sin un marco jurídico que regule el accionar de quienes la utilizan como se hace con los medios tradicionales como la radio, televisión y prensa escrita.
Ha llegado la hora de que en la República Dominicana se inicie un gran debate sobre la necesidad de articular un código que regule el uso de las redes sociales para que estas dejen de ser el vertedero, el basurero de cualquier tipo de iniciativa para lastimar, denostar o injuriar a cualquier persona.
Los usuarios de esas herramientas (Twitter, Facebook, Skype, Instagram, entre otras redes), no pueden seguir como chivos sin Ley y mucho menos el país continuar a espalda de un tema que está siendo elemento de debate y trabajo en los grandes escenarios mundiales.
Los expertos informáticos y los diferentes poderes del Estado que se animen comenzando por identificar a los usuarios de esas herramientas y así iniciaríamos un proceso de certificación real. El tema queda abierto.
El autor es periodista y magister en derecho y relaciones internacionales.