La Redacción
San Pedro de Macorís
Lo que debería ser un centro de salud que transmita seguridad y confianza a sus usuarios, se ha convertido en un hospital donde se anida la insalubridad día tras día.
En los pasillos del hospital regional doctor Antonio Musa, ubicado en la provincia San Pedro de Macorís, pareciera que son animales los que reciben atenciones médicas. Esta percepción queda evidenciada desde la entrada hasta la salida del hospital.
Allí las condiciones son tan paupérrimas que sus sillas, baños, consultorios, salas de cirugía y de parto, paredes, techos y hasta las salas de espera, no parecen dignas para asistir médicamente un ser humano. Así lo pudo constatar un equipo de LISTÍN DIARIO que se trasladó hasta el lugar.
Sus pisos cuarteados, paredes desgastadas, pinturas carcomidas, puertas despegadas, techos descubiertos que dejan a la intemperie cada uno de los cables del alambrado eléctrico, filtraciones en los baños y falta de agua para la higienización del personal médico y pacientes, son sólo algunas de las precariedades en el hospital regional.
Las pocas camillas sin sabanas que poseen (“por misericordia”), un pequeño colchón negro desvanecido donde se visualiza la esponja amarilla de su interior debido al deterioro, causa una impresión inexplicable en medio de los pasillos tenebrosos.
De igual manera, las únicas sillas de ruedas que fueron vistas en la entrada del hospital lucían en condiciones deplorables. Estas aparentemente están en funcionamiento gracias a la idea de incrustarle otra silla tradicional plástica de color blanco que es sujetada por los hierros desgastados del asiento.
Y como si se tratase de una escena de terror, el elevador que conduce al segundo y tercer piso del “Musa” carece de puertas, lo que conlleva a los usuarios a hacer un recorrido totalmente descubierto observando el interior del túnel diseñado para el ascensor, al tiempo que se escucha el ruido ocasionado por las viejas poleas al movilizarse.
Una vez es solicitado el único ascensor que funciona de tres que hay habilitados, el orificio del corredor queda completamente destapado, con el riesgo de que una persona pueda caer al vacío inconscientemente.
Allí las condiciones son tan infrahumanas que hace unos días las enfermeras que laboran en el hospital se atrevieron a botar un colchón de la sala de parto porque tenía gusanos, aseguró una fuente del hospital a LISTÍN DIARIO.
Falta de insumos
En aquel lugar los médicos y pacientes han sufrido en carne propia la carencia de insumos y material gastable para los servicios que se ofrecen en el hospital.
“Hemos tenido momentos en los que no tenemos ni guantes para operar a los pacientes, ni medicamentos para suministrar y ni siquiera sabanas hay que cubran las camas”, dijo la fuente que rehusó identificarse por temor a represalias.
Asimismo, señaló que hace un tiempo duraron aproximadamente unos 45 días sin realizar hemogramas debido a “fallas técnicas en las máquinas”. Una vez se habilitó de nuevo el servicio a los pacientes, entonces se dañaron otras máquinas químicas que realizan analíticas como glicemia, creatinina y otras.
Cuando suelen pasar estas situaciones los familiares son quienes asumen los gastos de los materiales gastables y hasta de los medicamentos que les tienen que suministrar a los pacientes.
De vez en cuando los médicos han tenido que verse obligados a hacer recolectas para poder comprarles a pacientes los analgésicos, antibióticos y otras medicinas que requieren de emergencia en ese momento.
Antes de ingresar a un paciente se le advierte que deben de llevar sus sabanas y utensilios de higienización para su estadía en el hospital.
Los baños carecen del suministro de agua, a pesar de que hay tinacos instalados. También, los apagones son recurrentes, aunque hay una planta destinada para ese servicio.
Las problemáticas que se dan a diario en el hospital se resumen de la siguiente manera: “Las soluciones que buscan para resolver los percances no están siendo efectivas”, señaló la fuente refiriéndose al mal manejo administrativo.
Pacientes mueren
De acuerdo a los testimonios obtenidos, un señor de avanzada edad que estaba siendo intervenido en el quirófano por un trauma de pecho, desafortunadamente falleció por falta de oxígeno hace menos de un mes.
“Ese paciente tuvo un trauma de pecho y lo estaban operando, cuando llamaron para solicitar un oxígeno en medio de la cirugía, le dijeron que llegaba a las 12:00 del mediodía y eso era una situación que pasó a las 7:00 de la mañana”, dijo la fuente tristemente sobre su deceso.
Asimismo, detalló que algunos pacientes de cirugías electiva, ortopédica y ginecológica se han infectado por falta de antibióticos y otros medicamentos, empeorando su cuadro clínico.
Debido a la inestabilidad de la energía eléctrica del Musa, muchos de los pacientes que están en condiciones críticas corren peligro al estar ingresados en el centro.
Por ejemplo, los que dependen de una máquina para respirar, la cual necesita estar conectada a la energía eléctrica, su esperanza de vida está en un hilo si llega a ocurrir un “apagón”.
Hay momentos en los que los profesionales de la salud se ven afectados tan emocionalmente que no pueden contener las lágrimas en los pasillos.
“Obligado hay que echar a un lado lo profesional y ahí es donde viene la parte humana y no nos podemos contener ante cualquier situación que vivimos con los pacientes con estas precariedades”, expresó con impotencia repitiendo que es una frustración.
Quirófano
Este centro médico tiene solo dos quirófanos, de los cuales uno es utilizado de manera rutinaria y el otro es reservado para situaciones de emergencia.
Por otro lado, no tienen un área que realice Rayos X, ni sonógrafo y otros equipos que son necesarios en este servicio.
Banco de sangre
“Ahí (en el banco de sangre) ofrecen servicios con muchos límites de horarios. Siempre que se envía una persona a donar sangre le ponen excusas de que la nevera está dañada o la máquina, que no están laborando y una que otras trabas”, expresó evidenciando la ineficiencia del personal.
Servicio al cliente
La atención a los usuarios del hospital es catalogada como “pésima”.
“La conducta de este servicio al cliente es muy mala y se viene arrastrando desde muchos años porque las personas que ponen en los puestos no son capacitadas y no aplican para la posición que desempeñan, o sea, ahí lo ponen por política y porque tienen que guardarles un puesto”, señaló la fuente manteniendo su nombre en el anonimato.
Demanda de hospital
“Este hospital es de referencia regional y debe de ser mejor administrado, gestionado y sobre todo mejor subsidiado”, dijo, tras precisar que los fondos que reciben van de al menos 2 o 3 millones de pesos que no llegan completos a su destino.
Al recorrer por dentro el hospital y percatarse de las condiciones que existen en conjunto con los testimonios encontrados, evidencia que quien entra allí y sale con vida luego de agotar todos los procedimientos médicos es por “un milagro de Dios”.