Agencias
Washington, Estados Unidos
Estados Unidos realizó el lunes la primera repatriación de un preso de Guantánamo bajo la presidencia de Joe Biden, enviando a un marroquí a su país natal años después de que se recomendó su liberación.
El recluso, Abdullatif Nasser, de unos 50 y tantos años, recibió la autorización para ser repatriado por parte de una junta de revisión en julio de 2016, pero permaneció en Guantánamo durante la presidencia de Donald Trump.
La junta determinó que la detención de Nasser ya no era necesaria para proteger la seguridad nacional, informó el lunes el Pentágono. La junta había recomendado la autorización para la repatriación de Nasser, pero eso no pudo terminarse antes del término del gobierno del expresidente Barack Obama, señaló.
Nasser, también conocido como Abdul Latif Nasser, llegó el lunes a Marruecos, donde la policía lo detuvo y dijo que lo investigaría como sospechoso por cometer actos terroristas, aunque nunca fue acusado durante su estancia en Guantánamo.
El Departamento de Estado señaló en un comunicado que el gobierno de Biden seguiría “un proceso deliberado y minucioso enfocado en la reducción responsable de la población de detenidos en la instalación de Guantánamo al tiempo que salvaguarda la seguridad de Estados Unidos y de todos sus aliados”.
El centro de detención abrió en 2002.
El gobierno del expresidente George W. Bush transformó lo que había sido un tranquilo puesto de la Marina en el extremo sureste de Cuba a un lugar para interrogar y encarcelar personas sospechosas de tener vínculos con Al Qaeda y el Talibán luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La administración Obama, tratando de calmar temores de que los liberados regresarían al campo de batalla, estableció un sistema mediante el cual se garantizaría que los repatriados o enviados a terceros países no se conviertan más en una amenaza.
Además planeaba procesar a algunos en tribunales federales.
Pero los planes de cerrar la base se vieron frustrados cuando el Congreso prohibió el traslado de presos de Guantánamo a territorio estadounidense. Obama eventualmente logró que 197 de ellos fueran liberados.
Con la repatriación de Nasser, el total de presos en la base naval norteamericana asciende a 39.
El traslado de prisioneros quedó estancado bajo la presidencia de Trump, quien incluso antes de llegar al cargo prometió jamás permitir la liberación de presos de allí. “Esa gente es muy peligrosa y jamás deben poder regresar al campo de batalla”, expresaba Trump.
La posibilidad de que los presos de Guantánamo vuelvan a la lucha ha sido desde hace tiempo fuente de controversia, y ha afectado el debate sobre si se debe liberar a los presos.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional declaró en un reporte de 2016 que un 17% de los 728 detenidos de Guantánamo con toda seguridad habían regresado al campo de batalla y que un 12% eran sospechosos de haberlo hecho.
Sin embargo, esos casos se dieron sin la revisión de seguridad establecida bajo la presidencia de Obama. Un panel especial con miembros del Departamento de Defensa y de la CIA analizó los presos que quedaban en Guantánamo y determinó cuáles de ellos podían ser liberados y cuáles no.
Estados Unidos agradeció a Marruecos por facilitar la repatriación de Nasser.
“Estados Unidos felicita al Reino de Marruecos por su sólida alianza para defender los intereses de seguridad nacional de ambos países”, indicó el Pentágono en un comunicado.