Agencias
Puerto Príncipe, Haití
El expresidente haitiano Jean-Bertrand Aristide regresó este viernes a su país, después de haberse tratado de covid-19 en Cuba en las últimas tres semanas, en aparente buen estado de salud.
Aristide, quien cumplió 68 años este jueves, llegó a Puerto Príncipe en un vuelo privado, se bajó del avión ejecutivo y fue caminando por su propio pie hasta una ambulancia que le esperaba en la pista del aeropuerto internacional.
Antes de subirse a la ambulancia, hizo un gesto de saludo a un pequeño grupo de partidarios que accedieron al aeropuerto a recibirle con aplausos.
La imagen fue muy diferente a la de su viaje de ida, el pasado 24 de junio, cuando fue subido al avión en camilla y cargando una bombona de oxígeno.
A su salida del aeropuerto, más de un centenar de simpatizantes le recibieron a gritos de «Aristide rey» y «Viene el rey», y celebraron su regreso con música y bailes alrededor de la ambulancia.
El exgobernante es a la vez uno de los líderes más queridos y odiados de Haití, ganó dos veces las elecciones con apoyos abrumadores, en especial por parte de los más pobres, y fue depuesto por las armas en dos ocasiones, en 1991 y 2004.
Su regreso al país se produce en plena crisis política abierta por el asesinato del presidente Jovenel Moise, perpetrado el pasado 7 de julio.
Aristide fue el primer presidente elegido democráticamente en la historia de Haití, en las elecciones celebradas en 1990 tras el régimen dictatorial encabezado por François Duvalier y continuado luego por su hijo Jean-Claude Duvalier.
Ocupó la jefatura de Estado en dos ocasiones, pero en ambas fue derrocado, la primera en un golpe de Estado militar en septiembre de 1991, siete meses después de acceder al poder.
Después del golpe de Estado de 1991, se exilió en Venezuela y en Estados Unidos, y volvió a Haití en 1994 acompañado de una tropa multinacional encabezada por fuerzas estadounidenses, que lo restituyeron en el poder.
Volvió a ganar las elecciones en 2000 de forma abrumadora, pero tras un periodo de fuerte inestabilidad marcado por protestas violentas, fue derrocado en un levantamiento armado en 2004, tras el cual se exilió en Sudáfrica.
Aristide, exsacerdote y defensor de la Teología de la Liberación, regresó a su país en 2011 y desde entonces se ha alejado de la primera línea de la política, aunque su partido, Familia Lavalas, continúa siendo una fuerza con peso en la izquierda.