La Redacción
Santiago
Niños con disímiles situaciones han encontrado en la Aldea Infantil SOS una familia sustituta, un gesto de amor que implica gran responsabilidad, pero que dificulta a la entidad encontrar personal de atención directa.
La dependencia de Santiago de la ONG, que trabaja por la restitución de los derechos de niños en situaciones vulnerables, acogiéndolos hasta tanto se generen las condiciones para regresar con su familia biológica o cumplan la mayoría de edad, busca cuidadoras de atención directa o “tías”.
Las cuidadoras escogidas, deben hacer la labor de cabezas de familia, un trabajo bien remunerado, que debe hacerse con alto sentido de entrega y amor, pues deben pernoctar en la casa donde deben vivir con niños, como si fueran suyos.
En la aldea actualmente hay 73 menores remitidos por el Sistema Nacional de Protección de los Derechos de la Niñez-, en un total de once casas, donde viven como hermanos, al cuidado de las tías, que manejan presupuesto del hogar. Las cuidadoras deben estar al tanto de la salud, la educación, recreación y actividades extracurriculares de estos, de acuerdo con lo informado por Mariel Abreu, directora del programa en Santiago.
Atención
Abreu expresó que es difícil el reclutamiento de tías por el nivel de responsabilidad, ya que deben de permanecer allí, libran un día a la semana.
En algunos de los casos, muchas son de lejos, por lo que acumulan sus días y se van cada cierto tiempo a disfrutar sus días libres, sus vacaciones anuales, más 16 días adicionales.
Además de las 11 cabezas de casa, deben tener al menos cinco tías rotativas para cubrirlas..
“Al ser niños que vienen de una población tan vulnerable, con características específicas, es una tarea de mucho amor, hay que tener un corazón muy grande porque muchas veces el comportamiento de ellos no es el más deseado, y como adultos tenemos que aprender a canalizarlo. No es solamente la necesidad de la remuneración económica sino que quieran ser parte de esto, aportar a la sociedad por esta vía, hay que verlo así porque si no la permanencia es difícil”, explica Abreu.
La directora del programa explicó que las candidatas deben tener edades de 25 a 45 años que tengan un corazón tan grande, capaces de dar afecto y protección a niños, niñas y adolescentes.
Además, deben tener la escuela primaria completa y disponibilidad de permanecer en el programa hasta sus días libres. Aldeas Infantiles SOS les ofrece posibilidad de desarrollo personal, formación educativa, entrenamiento continuo y estabilidad laboral.
El programa de la Aldea Infantil SOS tiene 16 años operando en la provincia de Santiago, logrando insertar satisfactoriamente a la sociedad alrededor de 15 jóvenes cada año, con habilidades técnicas desarrolladas y acompañamiento en la empleomanía.
“Otros logros son los reintegros exitosos, porque entendemos que no hay mejor lugar para crecer que la familia, apostamos a generar las condiciones para que ese joven o niño pueda retornar con ellos. Tenemos una trabajadora social específica para familias de origen, de acuerdo a las condiciones que originaron que el niño fuera acogido o fuera necesario retirarlo del entorno familiar”, detalló Abreu.
Dijo que tienen casos de niños donde no hay una vinculación con un familiar de origen. En otros casos donde ambos progenitores han muerto, y a veces se identifican familiares pero no como para promover posible reintegro. En ese caso, este niño permanece allí hasta que cumpla 18 años de edad.
Espacio está en proceso de acondicionamiento
La dirección del programa en Santiago está en proceso de acondicionamiento y mantenimiento de las casas.
Desde que empezaron las labores de intervención ya tienen cuatro espacios reacondicionadas.
Indica que la idea es seguir trabajando con las restantes, pero esto implica un presupuesto bastante alto, por lo que están abiertos a recibir donaciones, ya sea en efectivo o en materiales de construcción.
“En estos momentos requerimos del apoyo que puedan brindarnos para continuar desarrollando esta labor de respaldo a los niños más necesitados”, expresó Abreu.