Agencias
Ciudad de México
A solos semanas de las elecciones federales en México, una tragedia ensombrece la campaña electoral en el estado de Sonora.
El candidato del partido Movimiento Ciudadano (MC) para la alcaldía del municipio Cajeme, Abel Murrieta, fue asesinado a tiros mientras hacía un recorrido de campaña este jueves.
Murrieta entregaba volantes y pegaba etiquetas en automóviles cuando un grupo de hombres armados lo rodearon y acribillaron. Recibió al menos 10 disparos en diferentes partes del cuerpo.
El candidato, de 58 años, fue procurador de Justicia en Sonora y diputado federal entre 2015 y 2018.
También es conocido por haber sido abogado de la familia LeBarón, en el famoso caso de asesinato múltiple de una familia mormona ocurrido en ese mismo estado en 2019.
Tras el violento suceso, distintos candidatos a la Gobernación de Sonora, diputaciones y presidencias municipales anunciaron la suspensión de sus actos de campaña, incluyendo el debate entre candidatos a la alcaldía de Cajeme que organiza el Instituto Estatal Electoral.
Horas más tarde, la fiscal general de Justicia de Sonora, Claudia Indira Contreras Córdova, anunció una investigación extensa para dar con los responsables del asesinato.
Asimismo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador lamentó la muerte de Murrieta y también expresó su compromiso para encontrar y castigar a los autores del crimen.
«Este es un tiempo difícil por las campañas, por los intereses que se generan en las regiones. Tenemos que proteger a los candidatos», expresó el mandatario, quien aseguró que se han desplegado «muchos elementos protegiendo a candidatos», dijo el mandatario.
Sin embargo, hay esceptismo. No solo en la población sino también entre los mismos candidatos.
Carlos Mayorga, candidato a diputado federal para Ciudad Juárez, comenzó su campaña dentro de un ataúd con el objetivo de visibilizar los muertos de la pandemia y del crimen organizado, que especialmente azota esta ciudad fronteriza con Estados Unidos.
«Decidimos comenzar esta campaña política dentro de un ataúd para mandarle un mensaje a los políticos (…) han guardado silencio ante los altos índices de crimen organizado, han guardado silencio ante la situación caótica del coronavirus», expresó Mayorga.
Desde el inicio de la campaña se ha desplegado un operativo de seguridad, especialmente en Ciudad de México.
El 6 de junio, más de 93 millones de mexicanos están llamados a las urnas para elegir a diputados federales, gobernadores estatales, congresos locales y alcaldías, en lo que se consideran los comicios más grandes de la historia del país. Y posiblemente entre los más sangrientos.
Han sido asesinados al menos 80 políticos desde septiembre de 2020. 32 de ellos eran aspirantes o candidatos en las elecciones, de acuerdo con la consultora Etellekt.
Con esto ya se superó la cifra de 62 políticos asesinados en los comicios intermedios de 2015 y se está en más de la mitad de los 152 muertos de 2018, cuando hubo elecciones presidenciales, legislativas y locales.