Agencias
San Juan, Puerto Rico
El boxeador puertorriqueño Félix Verdejo se declaró este martes no culpable de los cuatro delitos asociados al asesinato de Keishla Rodríguez, la joven con la que mantenía una relación extramatrimonial y cuya muerte conmocionó a la sociedad de la isla, durante la vista formal de cargos ante un jurado federal.
El mediático púgil, de 27 años y que hasta hace poco era considerado la esperanza del boxeo puertorriqueño, dio su declaración de forma virtual desde la cárcel federal en Guaynabo, municipio vecino a San Juan, donde permanece recluido tras ser implicado en el asesinato de la joven y presuntamente en compañía de su compinche, Luis Antonio Cádiz, quien también se declaró hoy no culpable.
La Fiscalía federal notificó el domingo al tribunal que los delitos por los que se acusa a Verdejo y Cádiz son elegibles para la pena capital, aunque no aclaró si se solicitará esa sentencia al Departamento de Justicia federal.
Durante la audiencia, la magistrada Camille Vélez informó a Verdejo los cargos que le fueron fijados por un gran jurado la pasada semana, que incluyen robo con violencia de vehículo («carjacking») que desembocó en el asesinato de Keishla Rodríguez, secuestro que desembocó en asesinato, muerte de un niño no nacido y uso de un arma de fuego durante la comisión de un delito violento.
ACOMPAÑADO DE VARIOS ABOGADOS
Verdejo compareció ante la magistrada Vélez para la lectura de cargos acompañado de la abogada de asistencia legal federal Laura Maldonado, el abogado privado José Irizarry Pérez y David Ruhnke, experto en casos de pena de muerte y asignado por el tribunal.
El deportista, en su declaración ante la magistrada, dijo que no estaba bajo tratamiento psiquiátrico y que entendía el procedimiento judicial al que se enfrenta. Tras asegurar que leyó el pliego acusatorio emitido por un gran jurado federal, se declaró no culpable en todos los cargos.
El fiscal Jonathan Gottfried solicitó que el boxeador permaneciera detenido y sin derecho a fianza hasta la celebración del juicio en su contra, por representar un riesgo de fuga y un peligro para la comunidad, pedido aceptado por la juez.
Verdejo enfrenta cuatro cargos criminales federales, mientras que sobre Cádiz, de 28 años, pesan tres.
Cádiz, supuesto cómplice del púgil y quien colaboró con la Policía para esclarecer el caso, compareció también de forma virtual y se declaró no culpable del asesinato de la joven, de 27 años.
El presunto cómplice estuvo representado por el abogado de asistencia legal federal José Aguayo y por Gary Proctor, quien fue asignado por el tribunal federal como abogado experto en casos elegibles para la pena de muerte.
CÁDIZ PODRÍA CAMBIAR SU DECLARACIÓN
Medios locales subrayan que queda por ver si Cádiz cambiará su postura y se declara culpable como parte de su arreglo con la Fiscalía federal.
Su objetivo sería obtener una condena menor a la máxima que suponen los cargos federales que enfrenta, que podría resultar en cadena perpetua o la pena de muerte.
La participación de Cádiz se conoció al ser incluido junto con Verdejo en el pliego acusatorio emitido por un gran jurado federal.
Sobre el caso hay una orden de mordaza para evitar que se divulgue públicamente cualquier información que no haya sido publicada sin restricción en el expediente del caso o que no se haya discutido abiertamente en alguna vista.
Los dos imputados están acusados de «carjacking», secuestro que resultó en la muerte de una persona y la muerte de un bebé que estaba por nacer.
La investigación policial señala que Verdejo contactó a Cádiz para solicitarle ayuda a fin de terminar con el embarazo de la joven después de que le informara de que esperaba un hijo.
Verdejo, según el relato policial, contactó a la víctima el 29 de abril, quien tras llegar al lugar convenido se montó en el vehículo del boxeador, que la golpeó a en la cara y con ayuda de Cádiz le inyectaron una jeringuilla con droga.
Ambos amarraron a la víctima por los brazos y pies con un cable, le ataron un bloque de peso y se dirigieron al puente Teodoro Moscoso cercano a la capital puertorriqueña, donde fue lanzada al agua.
Verdejo disparó además a la víctima desde el puente.
El cuerpo de Rodríguez fue encontrado el 1 de mayo en la orilla de la laguna San José, cerca del puente Teodoro Moscoso, donde la Policía encontró un casquillo de bala.