La Redacción
Santo Domingo
Perder partidos para tener mayores opciones en el sorteo donde se puede conseguir el talento fresco y bajo control para relanzar proyectos es un recurso viejo en la NBA. Se le llama tanking, y se penaliza a los equipos decirlo en público. A Mark Cuban lo multaron con US$600 mil en 2018 por insinuar que sus Mavs lo hacían, pero es una advertencia para guardar las formas.
El Thunder tiene la nómina más baja de la NBA, con US$90,5 millones, y de ellos, Al Horford cobra el 30 %, tres veces más que el segundo. En un equipo que acaba de comenzar una reconstrucción, el dominicano, de 34 años, no entraba en la ecuación de asentarse allí, y solo tenía sentido usarlo como pieza de cambio.
De ahí que, al no ponerse de acuerdo con lo que ofrecían, la gerencia de Oklahoma City optó por apartarlo los restantes 28 partidos de la temporada. Le pagará los cerca de US$9 millones que le resta sin jugar, y el equipo que ya tiene asegurada seis selecciones de primera ronda en los próximos dos “drafts”, podría perder más juegos, y aumentaría la cuota de picks.