La Redacción
Santo Domingo
El insomnio, las interrupciones del sueño y el agotamiento diario pueden ser factores de riesgo para contraer el coronavirus, padecer la enfermedad más grave y con un periodo de recuperación más largo, según sugiere un estudio realizado entre trabajadores sanitarios.
El estudio que publica BMJ Nutrition Prevention & Health indica que cada aumento de una hora en la cantidad de tiempo que se pasa durmiendo por la noche se asoció con un 12 % menos de probabilidades de infectarse entre los sanitarios.
El sueño interrumpido o insuficiente y el agotamiento laboral se han relacionado con un mayor riesgo de infecciones víricas y bacterianas, pero no está claro si también son factores de riesgo para la covid-19.
Los autores dijeron que la falta de sueño por la noche, los problemas graves de sueño y el alto nivel de agotamiento pueden ser factores de riesgo para la covid-19 en los trabajadores sanitarios.
Para profundizar en esta cuestión, se basaron en las respuestas a una encuesta en línea para trabajadores sanitarios expuestos repetidamente a pacientes con covid-19, como los que están en urgencias o en cuidados intensivos.
La encuesta se realizó del 17 de julio al 25 de septiembre de 2020, y estuvo abierta al personal sanitario de Francia, Alemania, Italia, España, Reino Unido y Estados Unidos, que dieron detalles sobre el estilo de vida, la salud, el uso de medicamentos recetados y suplementos dietéticos.
Además, contaron detalles sobre las horas de sueño nocturno y la siesta durante el año anterior, así como sobre cualquier problema de sueño, agotamiento por el trabajo y la exposición en el ámbito laboral a la infección por coronavirus.
A la encuesta respondieron casi 2.900 trabajadores sanitarios, 568 de los cuales tenían covid-19. La gravedad de la infección se definió como: muy leve, leve, moderada, grave y crítica.
Los trabajadores participantes en el estudio dormían cada noche una media inferior a siete horas, pero superior a seis.
1 de cada 4 personas con coronavirus declaró tener dificultades para dormir por la noche, en comparación con 1 de cada 5 de los que no tenían la infección.
En contraste con los que no reportaron problemas de sueño, los que tenían tres; como la dificultad para conciliarlo, la imposibilidad de mantenerse dormido o la necesidad del uso de pastillas durante tres o más noches a la semana, tenían un 88 % más de probabilidades de infección.
En cuando al agotamiento diario, aquellos que lo sufrían de manera cotidiana tenían más del doble de probabilidades de padecer covid-19 que los que no tenían ese problema.
Del mismo modo, también tenían alrededor de tres veces más probabilidades de decir que su infección era grave y que necesitaban un periodo de recuperación más largo.
Los investigadores destacaron que “el mecanismo subyacente a estas asociaciones sigue sin estar claro”, pero se ha planteado la hipótesis de que la falta de sueño y los trastornos de este pueden influir negativamente en el sistema inmunitario al aumentar las citoquinas proinflamatorias y las histaminas.