Luis García
Santo Domingo
Las dificultades que se han presentado durante el inicio del año escolar 2020-2021, algunas de las cuales se esperaban, no es la única batalla que libra el ministro de Educación. Existe otra, soterrada, aun más dura contra la que también lucha Roberto Fulcar; una de esas invisibles que golpean en lo más profundo del alma humana, y que consiste la discriminación por el origen social.
Resulta «vox pópulis» que existen sectores en su propio partido, el Revolucionario Moderno (PRM), que no terminan de asimilar su designación al frente de la principal dependencia del Estado, bajo el criterio de que una posición de esa naturaleza no debería ocuparla una persona de procedencia tan humilde y de la ruralidad de la República Dominicana. En la misma dirección se comporta el sector «perfumado» de la sociedad vinculado a la educación preuniversitaria.
Fulcar, un político audaz, que ayudó a que Luis Abinader ganara la Presidencia de la República, lo sabe. Es consciente que constituyen una amenaza permanente, por lo que se maneja con mucha cautela.
En días recientes, ejecutivos de la élite educativa privada gestionaron, al margen de los mecanismos formales establecidos para esos fines en el ministerio, una cita para el Despacho. La lograron, llegando bien reforzados, al más alto nivel. Sus acompañantes era la Primera Dama, Raquel Arbaje; y la Vicepresidenta de la República, Raquel Peña. Fueron bien escuchados, pero todavía esperan la respuesta a lo tratado.
Por el momento, se descarta que el funcionario pierda el apoyo del presidente Abinader, a menos de que el mandatario no tenga en su cabeza intentar seguir en la dirección del Estado, más allá del 16 de agosto del año 2024.
El año escolar difícil
El Ministerio de Educación preparó el año escolar teniendo como pilar la virtualidad o las clases a distancia mediante el uso de la Internet, la televisión o la radio, como forma de que los alumnos no se expongan a contagios.
La idea inicial era que si las circunstancias lo permiten, se pudiera acudir a una semipresencialidad que permita mantener la seguridad sanitaria para evitar contagios. En la práctica, el mismo ha estado plagado de dificultades y de seguro que se presentarán muchos imprevistos.
La comunidad educativa está en la obligación de mantener una actitud colaborativa y comprensiva .
Las autoridades, por su parte, deben tener presente que se abocan a un sistema que no tiene referentes en el cual las concepciones iniciales en la práctica pueden resultar erradas y requieran ser repensadas.
Dada la magnitud de esas dos batallas que libra Fulcar, habrá de imaginarse que, como en la canción del cantaudor Silvio Rodríguez, por las noches debe soñarse con serpientes.